Thursday, April 8, 2010
CREADOS PARA VIVIR PARA SIEMPRE (DIA 4)
Dios ha... plantado la eternidad
en el corazón humano.
Eclesiastés 3:11 (NLT)
Ciertamente Dios no hubiera creado a un ser
como el hombre ¡solo para que existiera un día!
No, no; el hombre fue creado para la inmortalidad.
Abraham Lincoln
Esta vida no es todo lo que hay.
La vida en la tierra es sólo el ensayo antes de la verdadera ceremonia. Usted pasará
mucho más tiempo en el otro lado de la muerte -- en la eternidad -- que aquí. La tierra es sólo
el escenario, la escuela preescolar, la prueba de preselección para su vida en la eternidad. Es
el calentamiento antes del juego; es la vuelta de calentamiento que se hace antes de empezar
la carrera. Esta vida es una preparación para la próxima.
A lo más, vivirá cien años en la tierra, pero estará para siempre en la eternidad. Su
tiempo en la tierra es, como dijo Sir Thomas Browne, "nada más que un paréntesis de la eternidad."
Usted fue hecho para existir para siempre.
La Biblia dice, "Dios ha... plantado la eternidad en el corazón humano." 1 Usted tiene un
instinto natural que lo hace desear la inmortalidad. Esto es porque Dios lo diseñó, a su imagen,
para vivir por la eternidad. Aunque sabemos que eventualmente todos moriremos, la
muerte siempre parece ser anormal e injusta. La razón por la que pensamos que deberíamos
de vivir para siempre ¡es porque Dios diseñó nuestros cerebros con ese deseo!
Un día su corazón dejará de latir. Ese será el fin de su cuerpo y de su tiempo en la tierra,
pero no será el fin de usted. Su cuerpo terrenal es sólo una residencia temporal para su espíritu. La Biblia llama su cuerpo terrenal una "tienda de campaña", pero se refiere a su futuro
cuerpo como una "casa". La Biblia dice, "Cuando esta tienda de campaña en la que vivimos --
nuestro cuerpo aquí en la tierra -- sea demolida, Dios tendrá una casa en el cielo para nosotros en la
cual viviremos, un hogar que él mismo ha hecho, el cual durará para siempre." 2
Si bien vivir en la tierra nos ofrece muchas escogencias, la eternidad sólo nos ofrece
dos: el cielo o el infierno. Su relación con Dios en la tierra determinará su relación con El en la
eternidad. Si aprende a amar y a confiar en Jesús, el Hijo de Dios, será invitado a pasar el
resto de la eternidad con El. Por otro lado, si rechaza su amor, su perdón y su salvación se
pasará la eternidad separado de Dios para siempre.
C. S. Lewis dijo, "Hay dos clases de personas: aquellos que dicen a Dios, 'Hágase tu voluntad'
y aquellos a quienes Dios les dice, 'Está bien entonces, que se haga lo que quieres.'" Desgraciadamente,
mucha gente tendrá que soportar una eternidad sin Dios porque escogen vivir
sin El aquí en la tierra.
Cuando comprenda plenamente que la vida es más que sólo el aquí y el ahora, y se dé
cuenta que la vida es sólo una preparación para la eternidad, entonces empezará a vivir diferente.
Empezará a vivir a luz de la eternidad, y eso determinará como maneja cada relación, cada
actividad y cada circunstancia. De pronto, muchas actividades, metas e incluso problemas
que le parecían ser tan importantes se le volverán triviales, insignificantes y hasta indignos
de su atención. Cuanto más cerca viva de Dios, más pequeño le parecerá todo.
Cuando vive a luz de la eternidad, sus valores cambian. Usa su tiempo y su dinero con
más sabiduría. Le da mayor prioridad a sus relaciones y a su carácter que a la fama o las riquezas
o a los logros e incluso que a su diversión. Sus prioridades son reorganizadas. Mantenerse
al día con las novedades, las modas y los valores populares simplemente ya no le importan
tanto. Pablo dijo, "Una vez pensé que todas estas cosas eran muy importantes, pero ahora las
considero sin valor debido a lo que Cristo ha hecho." 3
Si su tiempo en la tierra fuese todo de lo que consiste su vida, le sugeriría que empezara
a gozarla a lo máximo inmediatamente. Podría olvidarse de ser bueno y ético, y no tendría
que preocuparse de ninguna de las consecuencias de sus acciones. Podría dedicarse a ser totalmente
egoísta porque sus acciones no tendrían ninguna repercusión a largo plazo. Pero -- y
esto es lo que hace toda la diferencia -- ¡cuando muera no dejará de existir! La muerte no es su
terminación sino que es su transición a la eternidad y por lo tanto hay consecuencias eternas
de todo lo que hace en la tierra. Cada acto de nuestras vidas toca una cuerda que vibrará en
la eternidad.
El aspecto más nocivo de la vida contemporánea es que sólo se piensa a corto plazo.
Para sacar el máximo provecho de su vida, tiene que mantener continuamente la visión de la
eternidad en su mente y el valor de la eternidad en su corazón. ¡La vida es mucho más que el aquí y el ahora! El hoy es sólo la punta visible del témpano. La eternidad es todo el resto de la
vida que no ve debajo de la superficie.
¿Cómo será estar en la eternidad con Dios? Francamente, la capacidad de nuestros cerebros
no puede asimilar la maravilla y la grandeza del cielo. Sería como tratar de describir el
Internet a una hormiga. Es fútil. Palabras no han sido inventadas que puedan hacer posible
explicar la experiencia de la eternidad. La Biblia dice, "Ningún mero hombre jamás ha visto, oído
o aún imaginado qué maravillosas que son las cosas que Dios tiene listas para aquellos que aman al Señor."
4
Sin embargo, Dios nos ha dado vislumbres de la eternidad en su Palabra. Sabemos que
en este momento Dios está preparando un hogar eterno para nosotros. En el cielo nos reuniremos
con nuestros seres amados que fueron creyentes, estaremos libres de todo dolor y sufrimiento,
seremos recompensados por nuestra fidelidad en la tierra y se nos será asignado
trabajo que nos deleitará hacer. ¡No estaremos acostados en nubes, con halos y tocando arpas!
Disfrutaremos de una comunión ininterrumpida con Dios, y El disfrutará de nosotros por un
para siempre sin límites y sin fin. Un día Jesús dirá, "Vengan ustedes que son bendecidos por mi
Padre; tomen su herencia, el reino preparado para ustedes desde la creación del mundo." 5
C. S. Lewis captó el concepto de la eternidad en la última página de The Chronicles of
Narnia (Las Crónicas de Narnia), su serie de siete libros de ficción para niños: "Para nosotros
este es el fin de todas las historias... pero para ellos era sólo el comienzo de la verdadera historia.
En este mundo, la vida entera de ellos había sido solamente la cubierta y la página del
título: ahora, por fin, estaban comenzando el Capítulo Uno de La Gran Historia, la cual nadie
en la tierra ha leído, la cual continúa para siempre y en la cual cada capítulo es mejor que el
anterior." 6
Dios tiene un propósito para su vida en la tierra, pero éste no acaba aquí. Su plan consiste
en mucho más que las pocas décadas que pasará aquí en este planeta. Es más que "la
oportunidad de tu vida"; Dios le ofrece una oportunidad más allá de su vida. La Biblia dice
que los planes de Dios "duran para siempre; sus propósitos permanecen eternamente." 7
La única vez que la mayoría de la gente piensa en la eternidad es en los funerales y
aún entonces, por lo general, lo hacen de una manera superficial y sentimental, basada en la
ignorancia. Puede que sienta que es mórbido pensar en la muerte, pero en realidad es dañino
vivir en negación de la muerte y no considerar lo inevitable. 8 Sólo un tonto se pasa la vida
sin prepararse para lo que todos sabemos que ocurrirá eventualmente. Necesita pensar más
en la eternidad, no menos.
Así como los nueve meses que pasó en el vientre de su madre no eran un fin en sí mismo
sino una preparación para la vida, así esta vida es una preparación para la próxima. Si
tiene una relación con Dios a través de Jesús, no necesita temer a la muerte. Es la puerta a la
eternidad. Será la última hora de su tiempo en la tierra, pero no será el final de usted. En lugar de ser el final de su vida, será la inauguración de su entrada a la vida eterna. La Biblia dice,
"Este mundo no es nuestro hogar; estamos ansiosos de nuestro hogar eterno en el cielo." 9
Comparado con la eternidad, nuestro tiempo en la tierra es sólo un abrir y cerrar de
ojos, pero sus consecuencias durarán para siempre. Las acciones de esta vida son el destino
de la próxima. Deberíamos de estar "dándonos cuenta que cada momento que pasamos en estos
cuerpos terrenales es tiempo que pasamos alejados de nuestro hogar eterno en el cielo con Jesús." 10
Hace años, un refrán popular animaba a la gente a vivir cada día como si fuera "el primer día
del resto de tu vida." Pienso que sería más sabio vivir cada día como si fuera el último día de
su vida. Matthew Henry dijo, "El objetivo de cada día debería de ser prepararnos para nuestro
día final."
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