Monday, April 12, 2010

FUISTES CREADO PARA SER COMO CRISTO (DIA 22)



Dios sabía lo que estaba haciendo desde
el comienzo. El decidió desde el principio
moldear las vidas de aquellos que lo aman
con los mismos rasgos de la vida de su Hijo...
Vemos el original y la forma final
de nuestras vidas allí en él.

Romanos 829

Vemos a este Hijo y vemos el propósito original
de Dios en todo lo creado.

Colosenses 115

Usted fue creado para ser como Cristo.
Desde el comienzo mismo, el plan de Dios ha sido el de hacerlo como su Hijo Jesús.
Este es su destino y el tercer propósito de su vida. Dios anunció esta intención durante la
Creación: "Entonces Dios dijo, 'Hagamos seres humanos a nuestra imagen y semejanza.'" 1
En toda la creación, sólo los seres humanos son hechos "a la imagen de Dios." Este es
un gran privilegio y nos da dignidad. No sabemos todo lo que abarca esta frase, pero sí sabemos
algunos de los aspectos que incluye: así como Dios, somos seres espirituales – nuestros
espíritus son inmortales y van a perdurar más que nuestros cuerpos terrenales; somos intelectuales
– podemos pensar, razonar y resolver problemas; como Dios, somos relacionales – podemos
dar y recibir amor verdadero; y tenemos una conciencia moral – podemos discernir el
bien y el mal, lo cual nos hace responsables ante Dios.
La Biblia dice que todos, no sólo los creyentes, poseen parte de la imagen de Dios; por
eso es que el homicidio y el aborto son erróneos. 2 Pero la imagen está incompleta y ha sido dañada y distorsionada por el pecado. Por eso Dios envió a su Hijo en una misión para restaurar
la imagen completa que hemos perdido.
¿A qué se parece la "imagen y semejanza" de Dios completada? ¡Se parece a Jesucristo!
La Biblia dice que Jesús es "la exacta semejanza de Dios," "la imagen visible del Dios invisible" y
"la exacta representación de su ser." 3
La gente a menudo usa la frase "De tal palo, tal astilla" para referirse a la semejanza de
un hijo con su padre. Cuando otros ven mi semejanza en mis hijos, me complace. Dios quiere
que sus hijos también lleven su imagen. La Biblia dice, "Ustedes fueron creados para ser semejantes
a Dios, verdaderamente rectos y santos." 4
Déjeme ser absolutamente claro: nunca llegará a ser Dios y ni siquiera un dios. Esta
engreída mentira es la tentación más antigua de Satanás. Satanás prometió a Adán y Eva que
si seguían su consejo, serían "como dioses." 5 Muchas religiones y las filosofías de la Nueva Era
continúan promoviendo esta vieja mentira de que somos divinos o que podemos ser dioses.
Este deseo de ser Dios surge cada vez que tratamos de controlar nuestras circunstancias,
nuestro futuro y las personas a nuestro alrededor. Pero como criaturas, nunca seremos el
Creador. Dios no quiere que usted se convierta en un dios; El quiere que sea semejante a Dios
– que adopte los valores, las actitudes y el carácter de Dios. La Biblia dice, "Adopten una forma
de vivir completamente nueva – una vida moldeada por Dios, una vida renovada desde adentro y que
se hace parte de la conducta de ustedes a medida que Dios reproduce exactamente su carácter en ustedes."
6
La meta suprema de Dios para su vida aquí en la tierra no es su comodidad, sino el
desarrollo de su carácter. El quiere que crezca espiritualmente y que sea como Cristo. Ser como
Cristo no significa perder su personalidad o hacerse como un clon sin cerebro. Dios lo
creó a usted único, y por tanto El ciertamente no quiere destruir eso. Ser como Cristo consiste
en transformar su carácter, no su personalidad.
Dios quiere que desarrolle la clase de carácter descrito en las bienaventuranzas de Jesús,
7 en el fruto del Espíritu, 8 en el gran capítulo de Pablo acerca del amor, 9 y en la lista de
Pedro de las características de una vida efectiva y productiva. 10 Cada vez que se le olvide que
el carácter es uno de los propósitos de Dios para su vida, se sentirá frustrado por sus circunstancias.
Se preguntará, "¿Por qué me está pasando esto? ¿Porque estoy pasando tantas dificultades?"
Una respuesta es que la vida ¡está supuesta a ser difícil! Es lo que nos facilita crecer.
Recuerde, ¡la tierra no es el cielo!
Muchos cristianos mal interpretan la promesa de Jesús sobre la "vida abundante" 11 y
creen que significa una salud perfecta, un estilo de vida cómodo, la felicidad constante, la
realización de todos los sueños y el alivio instantáneo de los problemas a través de la fe y la
oración. En resumen, esperan que la vida cristiana sea fácil. La expectación que tienen es vivir
un cielo aquí en la tierra.
Esta perspectiva absorta en sí misma, trata a Dios como si fuera un genio de lámpara
mágica que simplemente existe para servirle en la búsqueda egocéntrica de su realización
personal. Pero Dios no es su sirviente, y si se deja engañar por la idea de que la vida está supuesta
a ser fácil se va desilusionar profundamente o vivirá en negación de la realidad.
Nunca olvide que ¡la vida no tiene nada que ver con usted! Usted existe para los propósitos
de Dios y no viceversa. ¿Por qué le proveería Dios un cielo en la tierra cuando El ha
planeado para usted el artículo genuino en la eternidad? Dios nos da el tiempo que nos da en
la tierra para formar y fortalecer nuestro carácter para cuando vivamos en el cielo.

Cómo el Espíritu de Dios Trabaja en Usted

Es el trabajo del Espíritu Santo producir en usted un carácter como el de Cristo. La Biblia
dice, "A medida que el Espíritu del Señor trabaja en nosotros, nos hacemos más y más como él y
reflejamos su gloria aún más." 12 Este proceso de cambiarnos para llegar a ser más como Jesús es
llamado santificación, y es el tercer propósito de su vida en la tierra.
Usted no puede reproducir el carácter de Jesús con sus propias fuerzas. Las resoluciones
de Año Nuevo, la fuerza de voluntad y las mejores intenciones no son suficientes. Sólo el
Espíritu Santo tiene el poder para hacer los cambios que Dios quiere hacer en nuestras vidas.
La Biblia dice, "Dios está trabajando en ustedes, dándoles el deseo de obedecerle y el poder para hacer
lo que le complace." 13
Mencione "el poder del Espíritu Santo" y muchas personas piensan en demostraciones
milagrosas y en emociones intensas. Pero por lo general, el poder del Espíritu Santo es manifestado
en su vida en maneras tan calladas y tan discretas que ni siquiera las percibe o las
siente. A menudo, El nos dirige con un "murmullo suave." 14
La semejanza a Cristo no es producida por medio de la imitación sino por la inhabitación.
Dejamos que Cristo viva su vida a través de nosotros. "Porque este es el secreto: Cristo vive
en ustedes." 15 ¿Cómo ocurre esto en la vida diaria? Mediante las escogencias que hacemos. Escogemos
hacer lo correcto y después confiamos en el Espíritu Santo que nos dé poder, amor,
fe y sabiduría para hacerlo. Puesto que el Espíritu Santo vive dentro de nosotros, estas cosas
están siempre a nuestra disposición con solo que las pidamos.
Tenemos que cooperar con el trabajo del Espíritu Santo. A lo largo de la Biblia vemos
una importante verdad ilustrada repetidamente: el Espíritu Santo manifiesta su poder en
el momento en que se toma un paso de fe. Cuando Josué se enfrentó con la invencible barrera
de las aguas desbordadas del río Jordán, estas se partieron solamente después que los líderes
pusieron pie en la peligrosa corriente. 16 La obediencia desenllava el poder de Dios.
Dios espera hasta que usted actúe primero. No espere hasta que se sienta poderoso o
confiado. Tome acción en su debilidad, haciendo lo que debe hacer a pesar de sus temores y
de sus emociones. Así es como coopera con el Espíritu Santo, y así es como su carácter se desarrolla.
La Biblia compara el crecimiento espiritual con una semilla, con un edificio y con el
crecimiento de un niño. Cada una de éstas metáforas requiere su participación activa: las semillas
tienen que ser plantadas y cultivadas, los edificios tienen que ser construidos – no
aparecen simplemente por sí solos – y los niños tienen que comer y hacer ejercicio para crecer.
Aunque su esfuerzo no tiene nada que ver con su salvación, sí tiene mucho que ver
con su crecimiento espiritual. Al menos ocho veces se nos dice en el Nuevo Testamento que
nos esforcemos 17 en nuestro crecimiento hacia la semejanza de Jesús. Esto no es algo que sólo
se pasa sentado esperando que le ocurra.
Pablo explica en Efesios 422-24 nuestras tres responsabilidades en hacernos como Cristo:
Primero, tenemos que escoger dejar ir nuestras viejas maneras de actuar. "Todo... lo conectado
con esa vieja manera de vida se tiene que ir. Está completamente podrido. ¡Desháganse de eso!" 18
Segundo, tenemos que cambiar nuestra manera de pensar. "Dejen que el Espíritu les
cambie su manera de pensar." 19 La Biblia dice que somos "transformados" por medio de la renovación
de nuestras mentes. 20 La palabra griega para transformado, metamorfosis (usada en
Romanos 122 y en 2 Corintios 318), en la actualidad es usada para describir el cambio asombroso
por el que un gusano pasa al convertirse en una mariposa. Es una bella imagen de lo
que nos pasa espiritualmente cuando dejamos que Dios dirija nuestros pensamientos: somos
cambiados de adentro hacia fuera, nos hacemos más bellos y somos libres de remontarnos a
nuevas alturas.
Tercero, tenemos que "ponernos" el carácter de Cristo mediante el desarrollo de nuevos
hábitos santos. Su carácter es esencialmente la suma de sus hábitos; es cómo usted actúa
habitualmente. La Biblia dice, "Pónganse el hombre nuevo, creado para ser como Dios en verdadera
rectitud y santidad." 21
Dios usa su Palabra, las personas y las circunstancias para moldearnos. Estos tres ingredientes
son indispensables para el desarrollo de su carácter. La Palabra de Dios provee la
verdad que necesitamos para crecer, el pueblo de Dios provee el apoyo que necesitamos para
crecer y las circunstancias proveen el ambiente que necesitamos para practicar ser como Cristo.
Si estudia y aplica la Palabra de Dios, y se conecta frecuentemente con otros creyentes y
aprende a confiar en Dios en circunstancias difíciles, le garantizo que se hará más como Cristo.
Veremos cada uno de estos ingredientes del crecimiento en los capítulos que siguen.
Mucha gente asume que todo lo que se necesita para crecer espiritualmente es el estudio
de la Biblia y la oración. Pero hay algunos asuntos en la vida que nunca serán cambiados mediante sólo el estudio de la Biblia y la oración. Dios usa a personas. Generalmente, El prefiere
trabajar a través de personas en lugar de hacer milagros, a fin de que dependamos los
unos de los otros para tener comunión. El quiere que crezcamos juntos.
En muchas religiones las personas que son consideradas espiritualmente las más santas
y más maduras son las que se aíslan de otros en monasterios ubicados en la cima de montañas,
sin la contaminación que viene del contacto con otras personas. Pero esto es un deplorable
malentendido. La madurez espiritual ¡no es una búsqueda individual y solitaria! No
puede crecer a imagen de Cristo en el aislamiento. Tiene que estar alrededor de otras personas
y relacionarse con ellas. Necesita ser parte de una iglesia y de una comunidad. ¿Por qué?
Porque la verdadera madurez espiritual consiste en aprender a amar como Jesús, y no puede
practicar ser como Jesús sin estar relacionado con otras personas. Recuerde, lo principal es el
amor – amar a Dios y amar a otros.
Ser como Cristo es un proceso largo y lento de crecimiento. La madurez espiritual no
es ni instantánea ni automática; es un desarrollo gradual y progresivo que le tomará el resto
de su vida. Refiriéndose a este proceso, Pablo dijo, "Esto continuará hasta que seamos... maduros,
así como Cristo lo es, y seremos completamente como él." 22
Usted es un proyecto en el proceso de ser acabado. Su transformación espiritual para
que desarrolle el carácter de Jesús tomará el resto de su vida, y aún así no será completada
aquí en la tierra. Será acabada solamente cuando llegue al cielo o cuando Jesús regrese. En
ese momento, todo trabajo en su carácter que no haya sido acabado, será finalizado. La Biblia
dice que cuando finalmente seamos capaces de ver a Jesús perfectamente, nos haremos perfectos
como él: "No podemos ni siquiera imaginarnos cómo seremos cuando regrese Cristo. Pero sí
sabemos que cuando él venga, seremos como él, porque lo veremos como él realmente es." 23
Mucha confusión en la vida cristiana resulta de ignorar la simple verdad de que Dios
está más interesado en formar su carácter que en cualquier otra cosa. Nos preocupamos
cuando Dios parece guardar silencio acerca de temas específicos como "¿Qué profesión debería
de escoger?" La verdad es que hay muchas carreras diferentes que podrían ser la voluntad
de Dios para su vida. Lo que más le importa a Dios es que sea lo que sea que haga, que lo
haga de una manera que refleje a Cristo. 24
Dios está mucho más interesado en lo que usted es que en lo que hace. Usted es un ser
humano, no un hacer humano. Dios está mucho más interesado en su carácter que en su carrera,
porque se llevará su carácter a la eternidad pero su carrera no.
La Biblia nos advierte, "No se sientan tan a gusto en su cultura que se dejan influir por ella
sin pensar. Es mejor que se concentren en Dios. Serán cambiados de adentro hacia fuera... Diferente de
la cultura alrededor de ustedes, que siempre los está bajando a su nivel de inmadurez, Dios hace que
salga lo mejor de ustedes, él desarrolla una madurez bien formada en ustedes."25 Tiene que tomar
una decisión contracultural para concentrarse en ser más como Jesús. Si no lo hace, otras fuerzas como sus amigos, sus padres, sus colegas y la cultura tratarán de moldearlo a la imagen
de ellos.
Tristemente, un rápido vistazo a los títulos de muchos libros cristianos populares revela
que muchos creyentes han abandonado vivir para los grandes propósitos de Dios y se han
conformado con la realización personal y la estabilidad emocional. Esto es narcisismo, no discipulado.
Jesús no murió en la cruz sólo para que pudiéramos vivir vidas cómodas y bien
ajustadas. Su propósito es mucho más profundo: El quiere hacernos como El mismo antes de
llevarnos al cielo. Ese es nuestro mayor privilegio, nuestra responsabilidad inmediata y nuestro
destino supremo.

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