Friday, April 9, 2010

HAGAMONOS LOS MEJORES AMIGOS DE DIOS (DIA 11)



Ya que fuimos restaurados a la amistad con Dios
por medio de la muerte de Cristo cuando todavía éramos
sus enemigos, ciertamente seremos liberados
del castigo eterno por medio de su vida.

Romanos 5:10


Dios quiere ser su mejor amigo.
Su relación con Dios tiene muchos aspectos: Dios es su Creador y Hacedor, Señor y
Amo, Juez, Redentor, Padre, Salvador y mucho más. 1 Pero la verdad más asombrosa es ésta:
¡el Dios Todopoderoso anhela ser su Amigo!
En el Edén vemos la relación ideal de Dios con nosotros: Adán y Eva disfrutaban de
una amistad íntima con Dios. No habían rituales, ceremonias o religión – sólo una simple relación
amorosa entre Dios y las personas que creó. Sin el obstáculo de la culpa o del temor,
Adán y Eva se deleitaban en Dios y Dios se deleitaba en ellos.
Fuimos hechos para vivir continuamente en la presencia de Dios, pero después de la
Caída, esta relación ideal se perdió. Sólo unas cuantas personas en los tiempos del Antiguo
Testamento tuvieron el privilegio de tener amistad con Dios. Moisés y Abraham fueron llamados
"amigos de Dios," David fue llamado "un hombre conforme al corazón de Dios" y Job,
Enoc y Noé tuvieron amistades íntimas con Dios. 2 Pero el temor de Dios, no la amistad, era
más común en el Antiguo Testamento.
Pero después, Jesús cambió la situación. Cuando él pagó por nuestros pecados en la
cruz, el velo en el templo, que simbolizaba nuestra separación de Dios, fue partido desde
arriba hasta abajo, para indicar que el acceso directo a Dios estaba otra vez disponible.
A diferencia de los sacerdotes del Antiguo Testamento que tenían que pasar horas
preparándose para reunirse con El, ahora nosotros podemos acercarnos a Dios en cualquier
momento. La Biblia dice, "Ahora podemos regocijarnos en nuestra maravillosa nueva relación con
Dios – todo por lo que nuestro Señor Jesucristo ha hecho por nosotros para hacernos amigos de Dios." 3
La amistad con Dios es posible solamente debido a la gracia de Dios y al sacrificio de
Jesús. "Todo esto es hecho por Dios, quien a través de Cristo nos cambió de enemigos a sus amigos." 4
Un viejo himno dice, "Qué amigo que tenemos en Jesús," pero en realidad, Dios nos invita a
disfrutar de la amistad y la comunión de las tres personas de la Trinidad: nuestro Padre, 5 el
Hijo, 6 y el Espíritu Santo. 7
Jesús dijo, "Ya no los llamo siervos, porque un siervo no sabe de los asuntos de su amo. Mejor
que eso, los he llamado amigos, porque todo lo que aprendí de mi Padre se los he dado a conocer a ustedes."
8 La palabra para "amigos" de este versículo no se refiere a una relación casual sino que a
una relación íntima y de confianza. La misma palabra es usada para referirse al padrino de
una boda y al círculo más cercano de amigos íntimos y confiados de un rey. En las cortes reales,
los siervos tienen que mantener su distancia del rey, pero los amigos confiados del círculo
más cercano disfrutan del contacto cercano, del acceso directo y de información confidencial.
Que Dios quiera que yo sea uno de sus amigos íntimos es difícil de entender, pero la
Biblia dice, "El es un Dios apasionado por su relación con ustedes." 10
Dios desea profundamente que lo conozcamos íntimamente. De hecho, El planeó el
universo y dirigió la historia, incluyendo los detalles de nuestras vidas, para que pudiéramos
llegar a ser Sus amigos. La Biblia dice, "El hizo toda la raza humana e hizo la tierra habitable, dándonos
suficiente tiempo y espacio para vivir para que pudiéramos buscar a Dios y no sólo andar a tientas
en la oscuridad sino realmente encontrarlo." 11
Conocer y amar a Dios es nuestro mayor privilegio y ser conocido y amado por Dios
es el mayor placer de Dios. Dios dice, "Si alguien quiere gloriarse, debería de gloriarse en que me
conoce y me entiende... Estas son las cosas que me complacen." 12
Es difícil imaginarse cómo es posible la amistad íntima entre un Dios omnipotente, invisible
y perfecto, y un ser humano finito y pecaminoso. Es más fácil entender la relación
Amo-siervo, Creador-criatura, e incluso la de Padre-hijo. Pero, ¿qué significa que Dios quiere
que sea su amigo? Al ver en la Biblia las vidas de los amigos de Dios, aprendemos seis secretos
de la amistad con Dios. Veremos dos secretos en este capítulo y cuatro más en el próximo.

Haciéndose Un Mejor Amigo De Dios

A través de la conversación constante. Nunca tendrá una relación íntima con Dios si
sólo asiste a la iglesia una vez por semana o incluso si tiene un tiempo devocional diario. La
amistad con Dios crece cuando comparte todas las experiencias de su vida con El.
Por supuesto, es importante establecer el hábito de tener un tiempo devocional diario
con Dios, 13 pero El quiere ser más que una cita en su agenda. El quiere ser incluido en cada
actividad, cada conversación, cada problema e incluso en cada pensamiento. Usted puede tener
con El una conversación continua y sobre cualquier tema todo el día, hablándole acerca
de lo que está haciendo o pensando en ese momento. "Oren sin cesar" 14 significa conversar con
Dios mientras hace sus compras, o maneja, o cuando está llevando a cabo cualquier tarea cotidiana.
Un malentendido muy común es que "pasar tiempo con Dios" significa estar a solas con
El. Claro, tal como lo modeló Jesús, necesita pasar tiempo a solas con Dios, pero eso es sólo
una fracción de las horas que pasa despierto. Todo lo que hace puede ser "pasar tiempo con
Dios" si El es invitado a ser parte de ello y usted se mantiene consciente de Su presencia.
El libro clásico para aprender cómo desarrollar una conversación constante con Dios
es Practicando la Presencia de Dios. Fue escrito en el siglo diecisiete por el Hermano Lawrence,
un humilde cocinero de un monasterio francés. El Hermano Lawrence fue capaz de convertir
aún los quehaceres más comunes e insignificantes, como preparar comidas y lavar trastes, en
actos de alabanza y de comunión con Dios. El dijo que la clave de la amistad con Dios no es
cambiar lo que hace sino cambiar su actitud hacia lo que hace. Lo que normalmente hace para
usted mismo, lo comienza a hacer para Dios, ya sea comer, bañarse, trabajar, relajarse o sacar
la basura.
Hoy en día, a menudo sentimos que tenemos que "escaparnos" de nuestra rutina diaria
para poder adorar a Dios, pero eso es sólo porque no hemos aprendido a practicar Su presencia
a todas horas. El Hermano Lawrence lo encontró fácil adorar a Dios a través de las tareas
cotidianas de la vida; no tenía que irse a ningún retiro espiritual especial.
Este es el ideal de Dios. En Edén, la adoración no era un evento al que se asistía sino
una actitud perpetua; Adán y Eva estaban en constante comunión con Dios. Porque Dios está
con usted todo el tiempo, ningún lugar es más cercano a Dios que donde está en este momento.
La Biblia dice, "El gobierna todo y está en todos lados y está en todo." 15
Otra de las ideas útiles del Hermano Lawrence es orar oraciones conversacionales cortas
continuamente durante el día, en vez de tratar de tener sesiones largas de oraciones complejas.
Para mantener la concentración y neutralizar los pensamientos que distraen, él dijo,
"No te aconsejo que uses en la oración una gran multiplicidad de palabras, ya que grandes
discursos son a menudo ocasiones para distraerte." 16 En una era de déficit de atención, este
consejo de hace 450 años de mantener la oración simple parece ser particularmente relevante.
La Biblia nos dice, "Oren todo el tiempo." 17 ¿Cómo es posible hacer esto? Una manera es
usar "oraciones de un solo respiro" durante el día, como muchos cristianos lo han hecho por
siglos. Escoja una oración breve o una frase simple que puede ser repetida en un solo respiro:
"Estás conmigo." "Recibo tu gracia." "Estoy dependiendo en ti." "Quiero conocerte." "Soy tuyo."
"Ayúdame a confiar en ti." También puede usar frases cortas de las Escrituras: "Para mí,
vivir es Cristo." "Nunca me abandonarás." "Eres mi Dios." Ore de esta manera lo más seguido
posible para que este hábito tome raíces en su corazón. Sólo tenga claro que su motivación es
honrar a Dios, no controlarlo.
Practicar la presencia de Dios es una habilidad, es un hábito que usted puede desarrollar.
Así como los músicos practican sus notas musicales cada día para poder tocar música bella
con facilidad, así usted tiene que forzarse a pensar en Dios en diferentes momentos del
día. Tiene que entrenar su mente a que se acuerde de Dios.
Al principio necesitará inventarse modos que le recuerden regresar frecuentemente los
pensamientos de su consciente a la realidad que Dios está con usted en ese momento. Puede
que se haga notitas que dicen, "¡Dios está conmigo. Dios está de mi lado en este momento!" Los
monjes benedictinos usaban las campanas de las horas del reloj, para recordarse que tomaran
una pausa y que oraran "la oración de la hora." Si tiene un reloj o un teléfono celular con
alarma, podría hacer lo mismo. Algunas veces percibirá la presencia de Dios, otras veces no.
Si está buscando una experiencia de Su presencia a través de todo esto, no entendió su
propósito. No alabamos a Dios para que nos sintamos bien sino para hacer el bien. Su meta no
es un sentimiento sino estar constantemente consciente de la realidad que Dios está siempre
presente. Este es un estilo de vida de adoración.
A través de la constante meditación. Una segunda manera de establecer una amistad
con Dios es pensar en Su Palabra durante el día. Esto se llama meditación, y la Biblia repetidamente
nos insta a que meditemos en quién es Dios, qué ha hecho y qué es lo que ha dicho.
18
Es imposible ser un amigo de Dios sin saber lo que El dice. No puede amar a Dios a menos
que lo conozca, y no puede conocerle sin saber Su Palabra. La Biblia dice que Dios "mismo
se reveló a Samuel a través de su palabra." 19 Hoy en día, Dios todavía usa este método.
Aunque no puede pasarse todo el día estudiando la Biblia, puede pensar en ella durante
el día, recordando versículos que ha leído o que se ha memorizado, reflexionando en ellos
en su mente.
La meditación es a menudo mal entendida como un rito difícil y misterioso, practicado
solamente por monjes y místicos aislados. Pero la meditación es simplemente pensar concentradamente
– una habilidad que cualquiera puede aprender y usar en cualquier parte.
Cuando piensa en un problema repetidamente en su mente, eso se llama preocupación.
Cuando piensa en la Palabra de Dios repetidamente en su mente, eso es la meditación.
Si sabe cómo preocuparse ¡ya sabe cómo meditar! Sólo necesita cambiar su atención, de los
problemas a los versículos de la Biblia. Cuanto más medite en la Palabra de Dios, menos tendrá
de qué preocuparse.
La razón por la que Dios consideró a Job y a David amigos íntimos, era porque ellos
consideraban Su Palabra más valiosa que cualquier otra cosa, y pensaban en ella continuamente
durante el día. Job admitió, "He atesorado las palabras de su boca más que mi pan diario." 20
David dijo, "¡Oh, cómo amo tu ley! En ella medito todo el día." 21 "Están constantemente en mis pensamientos.
No puedo dejar de pensar en ellos." 22
Los amigos se comparten secretos, y Dios compartirá sus secretos con usted si desarrolla
el hábito de pensar en Su Palabra durante el día. Dios le dijo a Abraham sus secretos, y él
hizo lo mismo con Daniel, Pablo, los discípulos y otros amigos. 23
Cuando lea su Biblia o escuche un sermón o escuche un cassette, no se quede sin hacer
nada. Desarrolle la práctica de repasar la verdad en su mente, pensando en ella constantemente.
Cuanto más tiempo pase repasando lo que Dios ha dicho, más entenderá "los secretos"
de esta vida que a la mayoría de la gente se le pasan por inadvertidos. La Biblia dice, "La
amistad con Dios está reservada para aquellos que le dan reverencia. El comparte solamente con ellos
los secretos de sus promesas." 24
En el próximo capítulo veremos cuatro secretos más que le ayudarán a cultivar una
amistad con Dios, pero no espere hasta mañana. Empiece hoy a practicar la conversación
constante con Dios y la meditación continua de Su Palabra. La oración le permite hablar con
Dios; la meditación le permite a Dios hablar con usted. Ambos son esenciales para convertirse
en un amigo de Dios.

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