Monday, April 12, 2010
UN LUGAR A PERTENECER (DIA 17)
Ustedes son miembros de la propia familia de Dios,
son ciudadanos de la nación de Dios, y ustedes pertenecen
al hogar de Dios junto con todos los cristianos.
Efesios 2:19
La familia de Dios es la iglesia del Dios vivo,
el pilar y el fundamento de la verdad.
1 Timoteo 3:15
Está llamado a pertenecer, no sólo a creer.
Aún en el ambiente perfecto e inmaculado del jardín del Edén, Dios dijo, "No es bueno
que el hombre esté solo." 1 Fuimos creados para vivir en comunidad, fuimos moldeados para la
comunión y fuimos formados para estar en una familia, y ninguno de nosotros puede llevar a
cabo los propósitos de Dios por sí solo.
La Biblia no dice nada de santos solitarios o de ermitaños espirituales aislados de otros
creyentes y privados de la comunión. La Biblia dice que somos puestos juntos, unidos juntos,
edificados juntos, miembros juntos, herederos juntos, y seremos arrebatados juntos. 2 Ya no está solo.
Aunque su relación con Cristo es personal, Dios nunca tuvo la intención de que fuera
privada. En la familia de Dios, está conectado con cada creyente y nos perteneceremos los
unos a los otros por toda la eternidad. La Biblia dice, "En Cristo, nosotros que somos muchos, formamos
un cuerpo y cada miembro pertenece al resto de los otros." 3
Seguir a Cristo incluye pertenecer, no sólo creer. Somos miembros de su Cuerpo – la
iglesia. C.S. Lewis señaló que la palabra membresía es de origen cristiano, pero el mundo le ha
quitado su significado original. Las tiendas ofrecen descuentos a sus "miembros" y los publicistas
usan los nombres de los miembros para mandarles anuncios por correo. En la iglesia, la membresía a menudo es reducida a simplemente a agregar su nombre a una lista, sin condiciones
ni expectaciones.
Para Pablo, ser un "miembro" de la iglesia significaba ser un órgano vital de un cuerpo
viviente, una parte indispensable e interconectada del Cuerpo de Cristo. 4 Necesitamos recuperar
y practicar el significado bíblico de la membresía. La iglesia es un cuerpo, no un edificio;
es un organismo, no una organización.
Para que los órganos de su cuerpo realicen su propósito, tienen que estar conectados a
su cuerpo. Lo mismo es verdad de usted como parte del Cuerpo de Cristo. Fue creado para
un papel específico, pero no realizará este segundo propósito de su vida si no está conectado
a una iglesia local viva. Usted descubre su papel en la vida por medio de su relación con
otros. La Biblia nos dice, "Cada parte recibe su importancia del cuerpo como un todo, no viceversa.
El cuerpo del que estamos hablando es el cuerpo de Cristo, formado de personas elegidas. Cada uno de
nosotros encuentra su significado y su función como parte de su cuerpo. Pero si somos como un dedo
cortado de la mano o del pie, entonces no serviríamos de mucho, ¿qué no?" 5
Si un órgano de su cuerpo fuera cortado de alguna manera, se desangraría y moriría.
No podría existir por su cuenta, ni usted tampoco. Si está desconectado y cortado de la esencia
de vida de un cuerpo local, su vida espiritual se marchitará y eventualmente dejará de
existir. 6 Por eso es que el primer síntoma de la declinación espiritual es la asistencia inconsistente
a las reuniones de adoración y a otras reuniones de creyentes. Cuando somos negligentes
con la comunión, todo lo demás se comienza a deteriorar también.
La membresía en la familia de Dios no es inconsecuente ni algo que puede ser casualmente
ignorado. La iglesia es la agenda de Dios para el mundo. Jesús dijo, "Edificaré mi iglesia,
y todos los poderes del infierno no podrán conquistarla." 7 La iglesia y su papel en ella van a existir
más tiempo que este universo. La persona que dice, "No necesito la iglesia," es o bien arrogante
o bien ignorante. La iglesia es tan importante que Jesús murió por ella en la cruz. "Cristo
amó a la iglesia y dio su vida por ella." 8
La Biblia llama a la iglesia "la esposa de Cristo" y "el cuerpo de Cristo." 9 No puedo concebir
decirle a Jesús, "Te amo, pero no me gusta tu esposa," o, "Te acepto pero rechazo tu
cuerpo." Pero eso es lo que hacemos cuando descartamos o denigramos o nos quejamos de la
iglesia. Sin embargo, Dios nos ordena que amemos la iglesia tanto como Jesús la ama. La Biblia
dice, "Amen a su familia espiritual." 10 Desdichadamente, muchos cristianos usan la iglesia
pero no la aman.
Su Congregación Local
Salve por unas pocas excepciones importantes que se refieren a todos los creyentes a lo
largo de la historia, casi cada vez que la palabra iglesia es usada en la Biblia, se refiere a una congregación local visible. El Nuevo Testamento asume la membresía a una congregación local.
Los únicos cristianos que no eran miembros de una congregación local eran aquellos que
estaban bajo la disciplina de la iglesia porque habían sido removidos de la comunidad debido
a algún horrendo pecado público. 11
La Biblia dice que un cristiano que no tiene una congregación a la que pertenece es
como un órgano sin cuerpo, una oveja sin rebaño o un niño sin familia. No es un estado natural.
La Biblia dice, "Ustedes pertenecen al hogar de Dios junto con todos los cristianos." 12
La cultura de hoy con su individualismo independiente ha creado muchos huérfanos
espirituales – creyentes que como conejos saltan de una iglesia a otra sin ninguna identidad,
responsabilidad o compromiso. Muchos creen que uno puede ser un "buen cristiano" sin
hacerse parte (o sin ni siquiera asistir) a una iglesia local, pero Dios no estaría en lo absoluto
de acuerdo con eso. La Biblia ofrece muchas razones convincentes del porqué deberíamos de
estar comprometidos y activos en una congregación local.
Por Qué Necesita Una Familia Eclesial
Una familia eclesial lo identifica como un creyente genuino. No puede declarar ser
un seguidor de Cristo si no está comprometido con algún grupo específico de discípulos. Jesús
dijo, "El amor que se tienen los unos por los otros probará al mundo que son mis discípulos." 13
Cuando nos reunimos en amor como una familia eclesial, a pesar de tener diferentes
pasados y experiencias personales, raza y posición social, le estamos dando un poderoso testimonio
al mundo. 14 Usted no puede ser el Cuerpo de Cristo por sí solo. Necesita a otros para
expresar eso. Juntos, no separados, somos su Cuerpo. 15
Una familia eclesial lo saca del aislamiento egocentrista. La iglesia local es el salón
de clase donde aprendemos a cómo llevarnos bien en la familia de Dios. Es un laboratorio para
practicar el amor generoso y comprensivo. Como miembro participante aprende a preocuparse
por otros y a compartir las experiencias de otros. "Si una parte del cuerpo sufre, las otras
partes del cuerpo sufren con ella. O si una parte de nuestro cuerpo recibe honor, las otras partes comparten
su honor." 16 Sólo por medio de un contacto frecuente con creyentes imperfectos es que
podemos aprender la comunión genuina y experimentar la verdad del Nuevo Testamento de
estar conectados los unos con los otros y de depender los unos de los otros. 17
La comunión bíblica significa estar tan comprometidos los unos con los otros como estamos
comprometidos con Cristo. La expectación que Dios tiene de nosotros es que demos
nuestras vidas los unos por los otros. Muchos cristianos que se saben Juan 316 no conocen 1
Juan 316:"Jesucristo dio su vida por nosotros. Y nosotros deberíamos de dar nuestras vidas por nuestros
hermanos." 18 Esta clase de amor que se sacrifica es el que Dios espera que usted demuestre a otros creyentes – estar dispuesto a amarlos de la misma manera que Jesús lo ama a usted.
Una familia eclesial le ayuda a desarrollar su músculo espiritual. Nunca llegará a la
madurez si solamente asiste a las reuniones de adoración y es un espectador pasivo. Sólo la
participación en la vida plena de una congregación local le hará desarrollar sus músculos espirituales.
La Biblia dice, "A medida que cada parte hace su propio trabajo especial, le ayuda a las
otras partes a crecer, de manera que el cuerpo es saludable y lleno de amor." 19
El Nuevo Testamento usa más de cincuenta veces la frase "unos a otros" o "uno a otro."
Se nos manda que nos amemos los unos a los otros, que oremos los unos por los otros, que nos
demos aliento los unos a los otros, que nos exhortemos los unos a los otros, que nos saludemos
los unos a los otros, que nos sirvamos los unos a los otros, que nos enseñemos los unos a los
otros, que nos aceptemos los unos a los otros, que nos honremos los unos a los otros, que nos
ayudemos a llevar las cargas los unos a los otros, que nos perdonemos los unos a los otros, que
nos sometamos los unos a los otros, que seamos devotos los unos a los otros y muchas otras actividades
mutuas. ¡Esto es lo que significa la membresía bíblica! Estas son sus "responsabilidades
de familia" que Dios espera que lleve a cabo por medio de una congregación local. ¿Con
quién está haciendo estas cosas?
Puede parecer más fácil ser santo cuando no hay nadie a su alrededor que pueda frustrar
sus preferencias, pero es una santidad falsa que no ha sido puesta a prueba. El aislamiento
produce el engaño; si no hay nadie que nos rete, es fácil engañarnos a nosotros mismos y
pensar que somos maduros. La verdadera madurez se manifiesta en las relaciones.
Necesitamos más que la Biblia para crecer; necesitamos a otros creyentes. Crecemos
más rápido y nos hacemos más fuertes al aprender de otros y al ser responsables a otros.
Cuando otros comparten lo que Dios les está enseñando, nosotros también aprendemos y
crecemos.
El Cuerpo de Cristo lo necesita a usted. Dios tiene un papel único para usted que
quiere que juegue en Su familia. Esto es llamado su "ministerio" y Dios le ha dado dones para
hacer esta tarea: "Un don espiritual es dado a cada uno de nosotros como un recurso para ayudar a la
iglesia entera." 20
Su congregación local es el lugar que Dios diseñó para que descubra, desarrolle y use
sus dones. También puede tener un ministerio más allá de los límites de su iglesia, pero eso
es en adición a su servicio en un cuerpo local. Jesús no ha prometido edificar su ministerio; él
ha prometido edificar Su iglesia.
Usted compartirá en la misión de Cristo en el mundo. Cuando Jesús caminó sobre la
tierra, Dios trabajó a través del cuerpo físico de Cristo; hoy, El usa su cuerpo espiritual. La
iglesia es el instrumento de Dios en la tierra. No sólo hemos de modelar el amor de Dios al
amarnos los unos a los otros; también hemos de llevar su amor juntos al resto del mundo. Este es un privilegio increíble que se nos ha dado juntos. Como miembros del cuerpo de Cristo,
nosotros somos sus manos, sus pies, sus ojos y su corazón. El trabaja por medio de nosotros en
el mundo. Cada uno de nosotros tiene una contribución que hacer. Pablo nos dice, "El crea a
cada uno de nosotros por medio de Cristo Jesús para que nos unamos al trabajo que él hace, la buena
obra que él nos ha preparado para que la hagamos, obra que más vale que estemos haciendo." 21
Una familia eclesial le ayudará a prevenir los relapsos. Ninguno de nosotros es inmune
a la tentación. Dada la situación opotuna, usted y yo somos capaces de cualquier pecado.
22 Dios sabe esto y El nos ha dado como individuos la responsabilidad de cuidarnos los
unos a los otros. La Biblia dice, "Exhórtense los unos a los otros diariamente... para que ninguno de
ustedes sea endurecido por el engaño del pecado." 23 "No te entrometas en mi vida" no es una frase
cristiana. Somos llamados y se nos ha mandado a que estemos involucrados en las vidas de
otros. Si conoce a alguien que está flaqueando espiritualmente en este momento, es su responsabilidad
buscar a esa persona y traerla de nuevo a la congregación. Santiago nos dice,
"Si conocen a personas que se han extraviado de la verdad de Dios, no las abandonen. Vayan tras ellas.
Tráiganlas para atrás." 24
Un beneficio adicional relacionado con la iglesia local es que también le provee la protección
espiritual de líderes piadosos. Dios da a líderes pastorales la responsabilidad de velar,
proteger, defender y cuidar del bienestar espiritual de su rebaño. 25 Se nos dice que "el trabajo
de ellos es velar por las almas de ustedes, y ellos saben que a Dios han de dar cuentas de esto." 26
A Satanás le gustan los creyentes que están separados, que están desconectados de la
vida del Cuerpo, que están aislados de la familia de Dios y que no son responsables a ningún
líder espiritual, porque él sabe que no tienen ni defensas ni poder contra sus tácticas.
Todo Está En La Iglesia
En mi libro Una Iglesia con Propósito, explico cómo ser parte de una iglesia saludable es
esencial para vivir una vida saludable. Espero que se lea también ese libro porque le ayudará
a entender cómo Dios diseñó Su iglesia específicamente para ayudarle a realizar los cinco
propósitos que El tiene para su vida. El creó la iglesia para satisfacer sus cinco necesidades
más profundas: un propósito para el cual vivir su vida, unas personas con quién vivir su vida,
unos principios para cómo vivir su vida, una profesión que vivir con su vida y el poder
para que pueda vivir su vida. No hay ninguna otra parte en la tierra donde pueda encontrar
estos cinco beneficios juntos en un solo lugar.
Los propósitos de Dios para Su iglesia son idénticos a los cinco propósitos que tiene
para usted. La adoración le ayuda a enfocarse en Dios; la comunión le ayuda a enfrentarse con
los problemas de la vida; el discipulado le ayuda a fortalecer su fe; el ministerio le ayuda a encontrar sus talentos; el evangelismo le ayuda a cumplir su misión. ¡No hay nada en la tierra como la
iglesia!
Su Decisión
Cuando nace un bebé, automáticamente se hace parte de la familia universal de los seres
humanos. Pero este bebé también necesita ser miembro de una familia específica para recibir
nutrición y cuidado, y así pueda crecer sano y fuerte. Lo mismo es verdad de usted espiritualmente.
Cuando nació de nuevo, automáticamente se hizo parte de la familia universal
de Dios, pero también necesita ser miembro de una expresión local de la familia de Dios.
La diferencia entre ser alguien que asiste a la iglesia y ser alguien que es miembro es el
compromiso. Los asistentes son como espectadores sentados en las graderías; los miembros
se envuelven en el ministerio. Los asistentes son consumidores; los miembros son contribuidores.
Los asistentes quieren los beneficios de una iglesia sin compartir las responsabilidades.
Son como las parejas que quieren vivir juntos sin el compromiso del matrimonio.
¿Por qué es importante unirse a una familia eclesial local? Porque prueba que está
comprometido con sus hermanos y hermanas espirituales en concreto no solo en teoría. Dios
quiere que ame a personas reales, no a personas ideales. Puede pasarse toda una vida buscando
la iglesia perfecta, pero nunca la encontrará. Usted es llamado a amar pecadores imperfectos,
así como Dios los ama.
En Hechos, los cristianos en Jerusalén fueron muy específicos en su compromiso de
unos con otros. Estaban dedicados a la comunión con otros. La Biblia dice, "Se comprometieron
a la enseñanza de los apóstoles, a compartir la vida, a las comidas comunitarias y a las oraciones." 27
Hoy Dios tiene la expectación de que usted también se comprometa a las mismas cosas.
La vida cristiana es más que un compromiso que hace sólo con Cristo. Incluye un
compromiso con otros cristianos. Los cristianos en Macedonia entendieron esto. Pablo dijo,
"Primero se entregaron al Señor, y después, por la voluntad de Dios, se entregaron a nosotros también."
28 Una vez que se ha convertido en un hijo de Dios, unirse a la membresía de una iglesia
local es el siguiente paso natural. Se hace cristiano cuando se compromete con Cristo, pero se
hace miembro de una iglesia cuando se compromete a un grupo específico de creyentes. La
primera decisión trae con ella la salvación; la segunda trae con ella la comunión.
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